El pasado 13 de octubre, Madrid fue testigo de una masiva manifestación que reunió a miles de ciudadanos en defensa del derecho a la vivienda. Convocada por más de 30 organizaciones sociales, entre las que se encontraban el Sindicato de Inquilinas y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), esta movilización busca visibilizar la crítica situación del alquiler en la capital española​.

Un panorama preocupante

La situación de los alquileres en Madrid es alarmante. Con un incremento constante de los precios y la aparición de cláusulas abusivas por parte de los propietarios, muchas familias se ven forzadas a destinar una parte significativa de sus ingresos a cubrir el alquiler. Según un estudio reciente, la mitad del parque inmobiliario está en manos de grandes tenedores, mientras que la vivienda pública apenas representa un 2,5% del total​. Esta desigualdad ha provocado que el 70% de los españoles considere que heredar una vivienda ya no es una opción viable​.

La manifestación: un grito de protesta

Los manifestantes, que partieron de Atocha y culminaron en la plaza de Callao, alzaron sus voces contra la especulación inmobiliaria y exigieron medidas urgentes para proteger a los inquilinos. «¡Fuera fondos buitres de nuestros barrios!» resonaba entre la multitud, que exigía la eliminación de las cláusulas abusivas y el freno a los desahucios, que en 2024 alcanzan cifras alarmantes de hasta 82 al día​.

Valeria Racu, portavoz del Sindicato de Inquilinas, destacó la importancia de esta movilización, tildándola de «histórica». En su discurso, hizo un llamado claro a los caseros y a la patronal inmobiliaria: «Si seguís subiendo los precios de los alquileres, vamos a dejar de pagaros». Esta declaración subraya la creciente frustración de los inquilinos, quienes se sienten desamparados ante un sistema que parece favorecer a los grandes propietarios​.

Demandas claras y un futuro incierto

Los manifestantes no solo exigen la reducción de los alquileres, sino también la expropiación de viviendas pertenecientes a fondos buitre y la regularización de los alquileres turísticos, que han invadido el mercado y reducido la disponibilidad de vivienda asequible. Raquel Sacristán, de la PAH, enfatizó que la criminalización de la ocupación no aborda las verdaderas causas de la crisis de vivienda, y destacó la necesidad de un cambio radical en las políticas habitacionales del gobierno​.

La manifestación del 13 de octubre en Madrid es un reflejo de un descontento generalizado hacia la gestión de la vivienda en España. Con el aumento de los precios de los alquileres y la falta de alternativas asequibles, la población está decidida a luchar por sus derechos. La presión sobre los gobiernos para que tomen medidas efectivas es más urgente que nunca, y el eco de las voces en las calles de Madrid no debe ser ignorado.